No es reconocer la grandeza de un hombre, lo que lo hace grande, Sus obras tangibles como nuestra alma mater Fundación La Salle de Ciencias Naturales y todas sus estaciones, todos sus libros e investigaciones, si excelentes, pero más allá de lo que los hombres comunes hacemos, formar jóvenes para nuestra realidad país, es su verdadero logro, no he conocido a ningún estudiante y profesional de Fundación La Salle que no se distinga por sus elementos de investigación, tenacidad, cordura, bondad, es que ese señor nos enseño a pensar, en crear, en investigar. Pero la pregunta es, como lo logra: Bueno buscando a los mejores académicos de Latinoamérica, Europa y Venezuela, de ellos reflejamos lo que somos y de nuestro respeto al medio ambiente. Personalmente me entristece su desaparición física, porque muchos Venezolanos no lo conocerán, pero me embarga de satisfacción, porque muchos Venezolanos estudiaran, se formaran, compartirán un café en las diferentes instalaciones creadas por Fundación La Salle. Ahora su legado no acaba con él, porque no lo permitiremos y pobre de aquel que no vea de Fundación La Salle de Ciencias Naturales como su casa, su familia, sino que desvirtué los que nos enseño el Dr. Pablo Mandazen. o el Hermano Gines, como lo llamábamos todos.
Aun recuerdo que en los años 80, llegaba el Hermano Gines a las Instalaciones de Fundación La Salle en Margarita, Edo. Nueva Esparta , todo el mundo pensaría, llego el jefe, cuidado, todo limpio, cero bulla, pero al contrario, se respiraba un aire de fiesta , alegría, que bueno que nos visitaba el Hermano Gines.
Jamás he visto otro jefe que inspirara tanta admiración y respeto, cuando comprendí cual era nuestra función y finalidad al estudiar en Fundación La Salle, también empecé a admirar a este gran hombre.
En una ocasión le puse un remoquete de cariño, el cirujano de la educación (con todo respeto), porque nos coloco en un medio educativo propio de las mejores universidades del mundo, solo los mejores equipos, los mejores profesores, las mejores instalaciones y al alcance de un pata en el suelo como yo, que bueno fue aprender de él, ojala puedan otros venezolanos puedan disfrutar de esa educación solo posible en países del primer mundo y pagando una fortuna.
Mis mas sentidas condolencias a la gran familia Lasallista.
Jtlanz